El primer coche que tuve marcó muchos hitos divertidos en mi vida de conductora. Era un modelo peculiar y especial y, antes que por las mías, había pasado por las manos de unos diecisiete conductores más... Cuando llegó a mí, el pronóstico decía que duraría algún mes que otro, y en realidad se suponía que en cuanto tuviera que hacerle algún arreglo importante acabaría definitivamente en el desguace, ya que no compensaría el gasto para mantenerlo.
Pues bien, aquel bólido - nunca mejor dicho- acabó identificándome en multitud de lugares, durante dos años y muchísimos kilómetros más bajo sus ruedas semideportivas. Lo disfruté al máximo, y con él conocí a muchos empleados de grúa - :)- que me rescataban en los lugares más insospechados. Me dió mucha pena despedirme de aquel minivolante deportivo, del indicador de velocidad en millas, y del gran agujero que llevaba justo al lado del pie izquierdo ( como los Picapiedra, no es broma ) por el que veía pasar la carretera... además de las florecillas que nacían al amparo de los cristales de las ventanillas y que motivaban las risas de los que se fijaban en aquel ‘todoterreno’. Y esto sólo es la punta del iceberg de las anécdotas que viví con mi añorado Austin Traveller. Decidí decirle adiós una noche de lluvia torrencial, en medio de un puerto de montaña, cuando vi que ni siquiera entraban ya las marchas...
Algo parecido me está sucediendo ahora, con mi ‘vieja’ camarita de fotos. Me cuesta reconocer que voy a tener que aparcarla definitivamente, pero no queda otra opción, ya no me responde como antes. No sé el nombre de su sustituta, aún no la conozco, pero ésta ya me ha brindado momentos inigualables en los últimos tiempos. Ha recogido cielos abiertos y azules, mares color esmeralda , blancos, grises, sueños y realidades, luces y sombras en muchísimos momentos que siguen presentes también en mi memoria, cómo no ¡ ... y me ha permitido abrir una pequeña ventana personal para compartir una forma de expresión que me fascina, y que cada día me atrapa un poco más.
Algo parecido me está sucediendo ahora, con mi ‘vieja’ camarita de fotos. Me cuesta reconocer que voy a tener que aparcarla definitivamente, pero no queda otra opción, ya no me responde como antes. No sé el nombre de su sustituta, aún no la conozco, pero ésta ya me ha brindado momentos inigualables en los últimos tiempos. Ha recogido cielos abiertos y azules, mares color esmeralda , blancos, grises, sueños y realidades, luces y sombras en muchísimos momentos que siguen presentes también en mi memoria, cómo no ¡ ... y me ha permitido abrir una pequeña ventana personal para compartir una forma de expresión que me fascina, y que cada día me atrapa un poco más.
Veremos qué depara la próxima, la que sea, pero aquí queda, como siempre, algo que recogimos mi cámara y yo, antes de comenzar la despedida...
11 comentarios:
Tienes que hacerle un monumento y un epitafio, sino, se lo haremos nosotros que hemos disfrutado de lo que has captado con ella.
Saludos
María:
Muchas gracias por tus amables y cariñosas palabras para con nosotros.
¡Tú si que tienes un blog chulo!, pleno de buen gusto, sentimiento y pasión...
Enhorabuena por tu obra.
Un abrazo musical de Ritmo Rancio
Esta al menos puedes guardarla y tenerla cerca, mirarla y darle besitos, y del coche no me hables... que me acuerdo mas de mi cuatro latas, jajajaja si hasta compatiamos agujeros, ayyyyyyyy que recuerdos, besos fitipaldi
Parece que esa cámara está peor que la dueña, :-)))))))))))))). Ahora toca elegir bien. Mucha suerte fotoparrandibolidera.
Estimada Mariluz: difícil decisión se te plantea. Definir prestaciones, elegir marca, elegir modelo, ajustar presupuesto, comprar y aprender de nuevo el funcionamiento técnico.
Pero seguro que sales airosa, como siempre, también de ésta.
Me gusta mucho la fotografía que ilustra este post. ¿Tiene título?
Saludos.
Ale....:),
aún me resisto a ponerle fin...ya sabes, ha sido mi'alter ego', ), pero te pediré ayuda con el epitafio...te parece? :))
Besos
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Ritmo Rancio, :)
otro abrazo musical para vosotros..
A ver si un día os escucho en directo....)
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Isabel, lo mejor los agujeros, jeje...qué divertido era..
Y ahora nos enfadamos si nos falla el elevalunas eléctrico :))
Besos
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Luis,
a la dueña le queda mucho recorrido..:))),
y más si le pinchan...
Besos
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Querido Andrés,
gracias por tu comentario. Tienes razón, difícil momento el de la elección...ajustar todos los aspectos es un todo un reto. Si tienes alguna sugerencia, no dudes en comentarme...tú eres un experto !.
Respecto al título, no lo tiene...me resulta muy difícil ponérselo a muchas imágenes, creo que necesito también ayuda en ese aspecto...
Un abrazo
( y felicidades de nuevo por tu nueva web y tu trabajo, me han encantado ).
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Only, siempre nos cuesta mucho y no sé la razón de desprendernos de las cosas y más, tirarlas cuando ya no nos sirven... a mi, me ocurre algo parecido pero a veces no miro para atrás y decido cambiar sin pensármelo mucho.... Quer la próxima siga dándote muchas satisfaciones y, a nosotros ver lo que en cada momento que dispares nos ofrezcas.Feliz domingo.Un abrazo Angela
Querida Angela,
a mí me encantan los cambios, no creas...y estoy bastante acostumbrada a ellos. Aparte de todo, es sanísimo ...:) hacer cambios...
En este caso influyen otros factores, que hay que ajustar. Pero tengo ilusión por lo que venga nuevo..que es lo importante..
Un fortísimo abrazo, y buen domingo para tí también
Pues me he re'ido un rato con la historia del coche. Y vaya uste a sabe podque, te imagino sacando la cabeza por encima del techo, conduciendo con cara de velocidad, las rubias guedejas al viento... a unos 70km/h maximo. Seguro que no ten'ia tamén un agujero en el techo? Seguro seguro...?
Deseando ver los resultados de tu visión del mundo a traves de tu nueva cámara.
Besos sisi.
jajaja..jesús,
imaginas bien: una vez se me congeló totalmente el parabrisas, no tenía sistema de aire para que se diluyera, nevaba ...y tenía que llegar a trabajar, así que tuve que conducir algún km con la cabeza asomada por mi ventanilla....helada, y llorando de risa y de frío.. :)))
Te equivocas en lo de la velocidad:
sabes por qué he usado la palabra " bólido" ? :))
Besos sisianos para tí y tus golondrinas
Yo podría hablar de mis walk-man, que me acompañaron mucho en mi época de estudiante...por lo general se estropeaban al año y tenía que comprar otro; hace un par de años entré al mundo de los MP3 y hace poco me tuve que comprar el segundo.
La tecnología avanza rápido...y tanta obnubilación hay por ello que, aunque no se necesite, la fiebre de consumo provoca cambiar el celular cada seis meses o el carro cada año. Pero tú mantienes los afectos y la sobriedad por los artefactos que te dieron grandes satisfacciones.
Duele separarse de un objeto que te dio tantas alegrías...pero bueno, entiendes que la vida útil se cumplió. Saludos afectuosos, de corazón.
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