LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin

domingo, 29 de noviembre de 2009

Plus je t'embrasse





Plus je t'embrasse, plus j'aime t'embrasser
Plus je t'enlace, plus j'aime t'enlacer
Le temps qui passe ne peut rien y changer
Mon coeur bat quand tu t'en vas
Mais tout va bien quand tu reviens car
Plus je t'embrasse, plus j'aime t'embrasser
Je ne peux m'en passer
J'en ai tellement envie que j'oublie tout dans la vie
C'est sans cesse que j'aime t'embrasser
Plus je t'embrasse, plus j'aime t'embrasser
Plus je t'enlace, plus j'aime t'enlacer
Le temps qui passe ne peut rien y changer
Mon coeur bat quand tu t'en vas
Mais tout va bien quand tu reviens car
Plus je t'embrasse, plus j'aime t'embrasser
Je ne peux m'en lasser
J'en ai tellement envie que j'oublie tout dans la vie
C'est sans cesse que j'aime t'embrasser
Plus tu m'aimes, plus je t'aime
Plus j'aime t'embrasser !






.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Paso a paso







Así vamos, sobre la marcha. Día a día y paso a paso en este otoño extremadamente lento en su devenir , este año.  Observo esta imagen y recuerdo algo que me comentaba alguna vez  mi madre, hace años, cuando veía un cielo espectacular o especial. Siempre decía:   'fíjate, si yo pintara esas nubes en un lienzo, posiblemente nadie creería que han sido reales... nadie'.  
Disfrutó intensamente el tiempo que manejó los pinceles, pero siempre echó de menos no haber podido comenzar antes, no tan tarde...

Así vamos, sobre la marcha. Día a día y paso a paso, jugando con el tiempo, con los otoños lentos, con pinceles imaginarios en la mano. Dibujando bocetos de sueños, pintando algunas veces, y otras, simplemente, caminando.






.


martes, 24 de noviembre de 2009

domingo, 22 de noviembre de 2009

Mundo Wagogo


George Rodger, 1947. 
Niños wagogo


Me encontraba en un Curso de Verano-Seminario de cierta duración en el que se abordaban   diferentes disciplinas artísticas en relación  a la Música y su pedagogía  como eje principal. Lo impartían especialistas de diferentes lugares del mundo, e incluía  aspectos tan variados como el estudio de nuevas metodologías del ritmo ( a a través de los Taiko- tambores japoneses   , por ejemplo, o de la práctica del claqué   ) , expresión corporal en relación con el teatro y la danza  , improvisación musical a través de instrumentos de placa , y otros talleres tan variados en su interés como los que he mencionado. El enfoque del curso  estaba dirigido a conocer expresiones musicales de diferentes lugares del mundo y , de alguna manera, tratar de ampliar nuestros conocimientos como docentes.


Asistíamos a las clases en el enorme edificio del antiguo Seminario de Corbán, en Santander, aprovechando algunas aulas y salas muy  espaciosas en las que podíamos poner en práctica cada una de las clases.  El tiempo libre del mediodía lo aprovechábamos para comer en algún lugar cercano, en los alrededores. Un día , mientras elegíamos menú en uno de ellos, vimos cómo entraban  tímidamente un grupo de personas, muy bajitos de estatura, vestidos con ropajes de colores, africanos y , acompañados de alguien que les guiaba,   se sentaban en una mesa contigua . Recuerdo nítidamente la expresión de sus caras, una preciosa mezcla de candorosa ingenuidad y alegría, rematadas con amplias sonrisas. Parecían recién salidos de un cuento infantil , absolutamente fuera del escenario europeo en el que estábamos nosotros. Lo que me impresionó más vivamente y aún recuerdo, fueron sus miradas , entre inocentes, temerosas, silenciosas, y extremadamente vivas. 
  Alguien en mi mesa comentó: sí, son los Wagogo…los trae Polo Vallejo... no sabíais? Creo que es la primera vez que están en Europa.
Yo no tenía idea, no estaba programado,  pero aquella misma tarde tuve la oportunidad de conocerlos un poquito más.


***


Los Wagogo habían llegado hasta allí de la mano de Polo Vallejo, compositor, etnomusicólogo y pedagogo español que ha dedicado  varios años de su vida al estudio de la música polifónica de los Wagogo, tribu de Tanzania. Años más tarde ha sido premiado por su tesis sobre el tema.


Esa misma tarde pasamos a un salón muy amplio, y tomamos asiento en las viejas sillas de madera del lugar, dejando un espacio central para recibirles. Justo antes de que ellos comenzaran su  actuación, se formó un pequeño revuelo detrás de mí, y en un instante vi cómo un importante  personaje  musical español tomaba asiento casi a mi lado. Su presencia sellaba la excepcionalidad de lo que íbamos a ver.
Y así fue. En pocos minutos se presentó  ante nosotros el pequeño grupito de wagogos, prácticamente desnudos, ataviados  solamente con algunas pequeñas prendas habituales de su tribu. Eso sí,  las chicas  lucían espectaculares peinados y multitud de adornos por todo su cuerpo. En cuanto empezaron a sonar los tambores en aquella vieja sala , comenzó la danza. Creo que fue en ese momento  cuando los que estábamos allí dejamos de  respirar.  Al menos yo no podía hacerlo, tal era la impresión que me produjeron.Y tengo que añadir que hubo momentos en los que pensé   que alguna de las chicas wagogo iba a desnucarse, tal era la velocidad, fuerza y violencia con la que  sus cabezas giraban en el aire al mismo tiempo que clavaban sus miradas en nosotros, europeos , ‘blanquitos' sentados sin respiración y con la boca abierta. La percusión, con polirritmias endiabladas,  retumbaba en la sala, pero a pesar de que el escenario distaba totalmente del suyo habitual, al aire libre y en medio de su aldea, su fuerza te envolvía y absorbía totalmente, como si fuera lo más natural del mundo sentir aquello. Hoy, tanto tiempo después , lo recuerdo puro, salvajemente instintivo, y absolutamente vital.
 Maravilloso.


Meses después, los Wagogo hicieron una pequeña gira por España, y actuaron en Pamplona, donde su presencia se  publicitó como ‘de especial interés para el público más joven’.
En ese momento, no había estallado aún la explosión de tantos nuevos auditorios musicales en nuestro país,  ni el marketing que les acompaña, pero el teatro estuvo lleno para presenciar su actuación.  Lo cierto es que a mí me resultó un poco decepcionante su presencia, ya que , desde mi punto de vista, había perdido algo de la frescura que pudimos disfrutar en aquella ocasión, un año antes, y en los vídeos  filmados en Tanzania que en su momento pudimos ver.  Aunque su fuerza y valor eran indudables,  la coreografía que presentaban, el 'orden' establecido para la actuación me hacían verlo como una explosión de vida encerrada entre las cortinas de terciopelo de aquel escenario.  Pero fue una estupenda oportunidad de disfrutar de nuevo  de semejante espectáculo.
Y después de los aplausos de rigor, que suelen parecerme   escasos y algo fríos en esta tierra, el público abandonó la sala, y nunca más se volvió a escuchar nada sobre los Wagogo.


Hace tiempo, charlando con Jesús, integrado en la vida africana,  surgió este tema, y le prometí contar aquí mi pequeña experiencia con ellos. He tardado un poco, pero al final he cumplido.
  La página de Polo Vallejo no permite la inclusión de su contenido fuera de su web, así que aquí dejo lo único  mínimamente digno que he podido encontrar sobre el tema. Espero que os guste.








 

sábado, 21 de noviembre de 2009

En la Media Luna














Muy poquito a poco va transcurriendo este extraño otoño. Hace días que deberíamos haber tenido temperaturas  mucho más bajas y heladas en las madrugadas. Pero no es así, aún.  Este es el centro de esta ciudad ayer mismo, en una tarde calma, con luz de noviembre  y a resguardo del ruido del tráfico y la vida de esta ciudad. Un rincón, en el parque de la  Media Luna. Pamplona, otoño 09.

jueves, 19 de noviembre de 2009

200 y 769





“Me gustaría que se leyera este libro como se entra en una habitación íntima, en una tarde de lluvia, y uno se pone cómodo, se sirve un té o una copa y se siente a gusto sin necesidad de ir a otra parte. Esta habitación unas veces será luminosa con la ventana abierta por donde llegan los perfumes desde el fondo de la memoria; otras, podrá ser cálida y confortable, y bastará con observar el pavimento de madera, los cuadros, los muebles, las fotos amarillas que se guardan en el álbum, mientras suena una música de jazz.
Si el lector, al terminar el libro, cree que ha pasado la tarde en el mejor lugar de la propia casa que le duele abandonar, podré imaginar que he escrito lo que quería. Vendería el alma al diablo antes que refugiarme en la nostalgia. Éste sólo es un espejo interior donde se refleja el tiempo vivido.”


Esto es lo que escribe Manuel Vicent en la contraportada de su libro   “Verás el cielo abierto”
 y aunque yo prefiero otra bebida diferente al té que nombra, doy fe  de que he disfrutado , como hacía tiempo  , desde la primera hasta la última palabra  de su obra. Intenté dilatar un poco su lectura, con pequeños engaños al tiempo, pero el final llegó en la página número 200, y tuve que cerrar el libro a pesar de  no querer abandonarlo.

Pero a  veces la fortuna llama dos veces seguidas a tu puerta, como el cartero , y he tenido la suerte de encontrar otro que ya me ha enganchado, y que me atrajo como un imán cuando lo vi en la librería El Parnasillo, muy cerca de mi casa.







"Ésta es la historia del siglo XX a través de su música, desde la Viena de antes de la Primera Guerra Mundial hasta el París de los años 20; desde la Alemania de Hitler o la Rusia de Stalin al Nueva York de los años 60. Transportando a los lectores por el laberinto del sonido moderno, Alex Ross nos descubre las conexiones entre los acontecimientos más importantes y los compositores más infl uyentes, hombres que se rebelaron contra el culto al pasado clásico, lucharon contra la indiferencia del gran público y desafiaron a dictadores."


"Imprescindible..Asombroso híbrido de tratado musical y ensayo histórico, que la crítica ha colocado en la categoría de hito cultural  : un inesperado  best seller que se devora como un thriller"- El País


El ruido eterno.
Escuchar el siglo XX a través de su música.
Alex Ross
769 páginas








martes, 10 de noviembre de 2009

Todo abierto






Tiempo invernal. Castañas asadas. Aun no han caído todas las hojas de los árboles. Ha llovido muchísimo. Quiero detenerme un momento.
Para que no se sienta aquí el frío, dejo la puerta de la estufa de leña abierta ,  a lo mejor tardo unos días.
Pero también he dejado la puerta de este espacio abierta. Todo siempre abierto para vosotros. Volveré. Besos.








viernes, 6 de noviembre de 2009

Con música






Este fue el último atardecer cálido y  sin lluvia, hace unos días.  Después, el cielo ha empezado a cambiar definitivamente, y ahora mismo, esta  misma noche,  la lluvia no cesa. Pero acompaña la música.






miércoles, 4 de noviembre de 2009

Jiri Kylián : mapa del tesoro

















Alguna pista para quien busque más:
no perder 'Petit Mort', 'Mémoires d' Oubliettes' y 'Dissolve in this'.
Pero es sólo la punta del iceberg.
El resto del tesoro,    está aquí.









lunes, 2 de noviembre de 2009

...with you











El tempo  que indica la partitura es slowly   y   freely.
Son tres joyas haciendo música juntos,
y una mirada hacia una época gloriosa de la música americana de principios del XX. 


Ella Fitzgerald, Louis Amstrong y Oscar Peterson, meciendo una melodía que se pierde y se esconde en lo más íntimo.
Slowly and freely
...with you.




"The nearness of you"



it's not the pale moon that excites me
that thrills and delights me, oh no
 it's just the nearness of you

 it isn't your sweet conversation
 that brings this sensation, oh no
 it's just the nearness of you

when you're in my arms
and i feel you so close to me
all my wildest dreams came true

 i need no soft lights to enchant me
 if you'll only grant me the right
to hold you ever so tight
and to feel in the night the nearness of you



Gracias, Lourdes

Gracias, Lourdes
Un abril encantado

Gracias, Marino

Gracias, Marino
http://marinobaler.blogspot.com/

Gracias, Ulysses

Gracias, Ulysses
http://franciscomendez.blogspot.com/

Gracias, Luis

Gracias, Luis
http://asfoso.blogspot.com/

Gracias, Bombis y Borombis

Gracias,  Bombis y Borombis
http://bombisyborombis.blogspot.com/