LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin

lunes, 28 de septiembre de 2009

Alicia de Larrocha : despedida











Todos los músicos tenemos al menos una obra de  repertorio con la que nos sentimos identificados y que se convierte en una especie de tarjeta de presentación de nuestro carácter y espíritu. A pesar de que ‘recorremos’ en nuestro aprendizaje diferentes épocas y estilos, llega un momento en el que , a veces súbitamente, descubrimos algo especial en una pieza que nos atrapa, pero al mismo tiempo se convierte en nuestra aliada permanente, y siempre permanece fiel en nuestro repertorio íntimo, a través del tiempo y los avatares. Es una especie de flechazo, certero, que no tiene dudas en sí,  que hace que te conviertas naturalmente en el medio de expresión , a través de tu instrumento, de la música que alguien  escribió, sin pensar en tí. Es algo parecido al amor, cuando la diana en el corazón es herida súbitamente, naturalmente, sin preparación, y sin duda.


Esta tarde he vuelto a escuchar este Allegro de Concierto en un pequeño homenaje de recuerdo que le brindaban en  Radio Clásica a Alicia de Larrocha, que falleció hace tres días en Barcelona. Ésta era la pieza 'talismán' de un compañero mío de estudios de conservatorio, y me ha venido a la memoria su imagen repetida tantas veces interpretándola al piano...años ha.

 Las pequeñísimas manos de Alicia de Larrocha estuvieron íntimamente ligadas a Granados, Albéniz... y fué excepcional intérprete del tesoro que esconden piezas como ésta. Detrás , semiescondido y no demasiado divulgado en nuestros días,  existe todo un universo ligado al modernismo catalán, a una creatividad brillante y luminosa con cuna en nuestra tierra, en España, y a una forma de entender la dedicación a la interpretación musical muy profunda, menos competitiva , seguro, que hoy en día. Pero los tesoros existen para que alguien los descubra algún día, y aunque ella es conocida mundialmente, yo he tratado de poner mi granito de arena dando pistas ...
Mi eterno agradecimiento , siempre, a Alicia de Larrocha y su amor a la música.








domingo, 27 de septiembre de 2009

Y la luz: Cabo de Gata







Y por último,  un poco de luz y color para cerrar este pequeño paseo en esta zona mágica.  En el recuerdo quedan ya  los  azufaifos, ,el espectáculo  de los flamencos en las salinas, los acantilados de origen volcánico, las ramblas y torrenteras de color pardo, las palmeras y  pitas presentes en todo el paisaje, las  pistas de arena hasta playas y calas  prácticamente desiertas, la extrema sencillez del blanco y el azul en formas  curvas adaptadas al árido entorno, los vientos de poniente y de levante ,  los pequeños botes de los escasos pescadores que habitan la zona, y el mar cálido y cristalino.  Grato recuerdo y bellos días...





 












.



sábado, 26 de septiembre de 2009

Gris, azul y blanco : Cabo de Gata










Almería es la región de España que recibe mayor insolación y menor índice de precipitaciones al año, y el Parque Natural de Cabo de Gata, al que corresponde la fotografía, tiene un clima considerado subdesértico. No esperaba ver imágenes como éstas, de pueblecitos de pescadores encalados en blanco luchando con el cielo gris, pero la verdad es que también supuso un alivio para sobrellevar   mejor el calor.







El peñón que se ve en primer término recibe el nombre de  un antiguo caudillo berberisco, Mohamed Arráez, que llegó a esta zona, como otros árabes y piratas, en busca de tesoros. Y el pequeño pueblecito, Isleta del Moro.  Gris, azul y blanco. Nada más, y nada menos.

































.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Con calma







Ya lo sabía. Me conozco un poco, y sabía que en cuanto estuviera de nuevo en casa me iba a resultar ligeramente anacrónico dejar aquí imágenes de las últimas semanas. Lo cierto es que no imaginaba que esta vez el cambio iba a ser tan brusco, pasando de sentir un sol doloroso sobre mi piel en la costa almeriense de Cabo de Gata a caminar de nuevo bajo el eterno cielo gris de esta tierra, envuelta además en lluvia y frío. No ha habido prácticamente intermedio: ropa ligerísima de verano y sol cegador, lluvias torrenciales en el camino de vuelta, y en seguida el calzado y la ropa de entretiempo para comenzar la rutina de nuevo.
La noche pasada no ha cesado de llover, y un poco después de amanecer, me montaba en mi coche para volver al trabajo. Lo he puesto en marcha, he sintonizado la radio, he bajado la ventanilla para sentir la humedad y he atravesado la semidormida ciudad.

Pero esta vez, con calma.




Niño de sal









Un lago en una isla
eso es tu amor por mí,
y mi amor te rodea
como un inmenso mar
de silencios azules;
pero tienen también
tus grandezas ocultas.
Soy un niño de sal
sobre tu falda;
me sostienen tus prados
submarinos,
eres frondosa cumbre,
eminencia visible
de tu tierra profunda.
Me enriquecen los ríos,
y tu amor, ese lago
corazón de la isla,
es la fuente de todas
las líquidas comarcas.
Te haces querer. Te quiero.
Mira mis blancas olas.






Te quiero
Manuel Altolaguirre







En las playas de todos los mundos










'En las playas de todos los mundos, se reúnen los niños. El cielo infinito se encalma sobre sus cabezas; el agua, impaciente, se alborota. En las playas de todos los mundos, los niños se reúnen, gritando y bailando.
Hacen casitas de arena y juegan con las conchas vacías. Su barco es una hoja seca que botan, sonriendo, en la vasta profundidad. Los niños juegan en las playas de todos los mundos. No saben nadar; no saben echar la red. Mientras el pescador de perlas se sumerge por ellas, y el mercader navega en sus navíos, los niños recogen piedritas y vuelven a tirarlas. Ni buscan tesoros ocultos, ni saben echar la red.
El mar se alza, en una carcajada, y brilla pálida la playa sonriente. Olas asesinas cantan a los niños baladas sin sentido, igual que una madre que meciera a su hijo en la cuna. El mar juega con los niños, y, pálida, luce la sonrisa de la playa.
En las playas de todos los mundos, se reúnen los niños. Rueda la tempestad por el cielo sin caminos, los barcos naufragan en el mar sin rutas, anda suelta la muerte, y los niños juegan. En las playas de todos los mundos, se reúnen, en una gran fiesta, todos los niños'.


Gitanjali

Rabindranath Tagore




domingo, 20 de septiembre de 2009

Si se sabe mirar









Madrigal


Lo más hermoso, aquello
que no puede comprarse,
qué vale, frente a un copo de tu espuma,
si se sabe mirar,
frente a una pluma de tormenta, rota
sobre tu orilla, frente
a tus platas y azules,
metales y cristales,
si se los sabe oler, gustar, tocar, oír...


Qué vale nada lo que tú. Rebosa
la eternidad tu vaso,
llueve su vino sobre nuestra carne.
Una concha roída
por los gusanos de tu mar, un poco,
de cal, y bruma, y nácar,
puede hacernos llorar,
ensancha las fronteras
del alma, desmorona
los muros negros de la realidad.
Qué vale nada, todo,
lo que tú, playa mía,
lirio de arena, selva
de círculos de oro,
túnica ardiente, pálida campana,
palacio sumergido,
inolvidable...






José Hierro





sábado, 19 de septiembre de 2009

Valencia, palmeras y mercaderes : inclita domus sum










La amistad añeja es buen puerto de refugio para la arribada, y es la que me ha conducido a escaparme hasta tierras valencianas. Esta primera etapa ha transcurrido entre naranjales , palmeras y el infinito horizonte de un mar intensamente azul que me acompañó en los primeros días. El contraste con el paisaje del norte desde el que viajaba siempre me impresiona , y a medida que la costa se acerca la campiña se abre, se extiende a un lado y otro, hasta mostrar el mar. Recuerdo la primera vez que visité Valencia capital, hace pocos años, y la impresión que me produjo ver la siluetas de algunos edificios prácticamente a pie de mar, y éste, casi dispuesto a sobrepasar el nivel de la carretera de la costa. Me parecía un milagro que no se derramase de un momento a otro y anegase la extensa vega que conducía a la ciudad. Estaba más familiarizada con los acantilados del Cantábrico, y con un mar que parece más distante y bravo. Pero mis visitas a la ciudad de Valencia han sido siempre muy rápidas, y sólo me han permitido dibujar un rápido boceto de este enclave abierto al Mediterráneo y cuna de una cultura mercantil muy alejada de la del lugar en el que vivo.



Con todo, soy una romántica empedernida, y he procurado no dejar de visitar un lugar que me fascinó la primera vez que lo conocí, y que hoy aún admiro más.





No en vano fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1996, y afortunadamente existe toda la información disponible en la red para comprender mejor el profundo significado de la existencia de esta maravilla del gótico civil, que recibe el nombre de Lonja de la Seda ó Lonja de los Mercaderes. Yo sólo dejo constancia aquí de un pequeño boceto dibujado entre palmeras, silencio , respeto y admiración hacia la cultura mediterránea, siempre abierta, siempre cálida.











En esta Sala de Contratación y a una altura de 11,20 metros, corre una inscripción latina con caracteres góticos, pintada en oro sobre fondo oscuro y que dice así:


Inclita domus sum, annis aedificate quindecim gustate et videte concives quoniam bona est negociacio que non agit dolum in lingua quae iurat proximo et non decepit quae pecuniam non dedit ad usuram eius mercatores sic de gens diviciis redundabit et tandem vita fruetur eterna.

cuya traducción podría ser :

Casa famosa soy, en quince años construida. Compatricios, comprobad y ved qué bueno es el comercio que no lleva el fraude en la palabra, que jura al prójimo y no le falta, que no da su dinero con usura. El mercader que así haga rebosará de riquezas y después gozará de la vida eterna.





Inclita domus sum...











viernes, 18 de septiembre de 2009

Mediterráneo esmeralda





De vuelta en un Norte frío y lluvioso doy fe del color esmeralda que encontré en estos últimos días. Todo sucede con mucha rapidez, y hoy casi me parece mentira que hace unos días estuviera al pie de este mar, disfrutando de los vientos de poniente y d e levante y de sus aguas cristalinas. También he conocido, contra pronóstico, tremendas tormentas y cielos prácticamente negros, lleno de nubes amenazadoras. Incluso eso sucedía con rapidez, en el transcurso del mismo día, pero ha sido un placer tener la oportunidad de vivirlo, y recordarlo después.


Aún no quiero entrar en el otoño. Seguiré paladeando algunas imágenes de luz y mar.




domingo, 6 de septiembre de 2009

Hasta pronto







Finalmente no he podido visitar la exposición de Sorolla en Madrid, ya que las entradas se agotaron antes de que pudiera organizar mi visita. Me entristece un poco no haber podido volver a admirar algunos de los cuadros de este gran pintor que perseveró en su búsqueda de la luz y consiguió dar forma a su pasión y ser reconocido y admirado por ello. Pero afortunadamente, en estos próximos días podré disfrutar de la luz mediterránea que tanto me impresionó y que él reflejó magistralmente en su obra. Tengo la oportunidad de comprobar de nuevo, a través de mi propia mirada, cómo luce en estos días de septiembre, fuera del bullicio vacacional de otros, el Mare Nostrum y parte de la costa mediterránea, y no la voy a desaprovechar.

Volveré, con otra luz en mis ojos.
Hasta pronto .




Cala San Vicente
Joaquín Sorolla



martes, 1 de septiembre de 2009

Paco de Lucía y la lluvia






Hace unos días, dando una vuelta por esta maravilla saciadora de curiosidad que supone la red, ‘la internet’, encontré esta imagen. Al margen de mi - creo que evidente- pasión por redescubrir Cantabria, y Santander, la imagen me subyugó. Me fascina todo lo que veo en ella, todas las referencias a un tiempo pasado lleno de romanticismo para los que no lo vivimos en su momento y sólo lo miramos a través del cristal del nuestro, de nuestro tiempo, como espectadores cómodamente sentados en la butaca de una sala de cine .Pero he de confesar que me hizo recordar también una de las desilusiones más importantes de mi vida cuando era una niña.


No lo recuerdo exactamente, pero supongo que tenía 14 ó 15 años. El invierno anterior había escuchado en Pamplona, en pleno boom de su descubrimiento mundial, a Paco de Lucía. Era entonces estudiante de guitarra, y fué tal la emoción que me produjo escucharle en directo, que recuerdo perfectamente cómo llegué a mi casa aquella noche y me puse a practicar sobre mi guitarra como si se me fuera a escapar el mundo de las manos, como una loca. El famosísimo ‘Entre dos aguas’ no dejó de sonar en el tocadiscos de casa en meses. Aún conservo el vinilo.

Bien. Llegó el verano, y Paco de Lucía iba a actuar en Santander, en la Plaza Porticada. Tuve la suerte de que mis padres en aquel momento tuvieran la feliz idea de llevarme a escucharle, algo excepcional, ya que el único miembro de la familia tan locamente aficionada a la música era yo, y lo cierto es que en esa época y en nuestra familia, con cuatro hijos, las ‘actividades extraescolares’ eran sencillas y, desde luego, colectivas. Ir a la playa,hacer excursiones por la provincia, etc, eran lo habitual, pero asistir a un concierto, y de noche, suponía un premio especial, muy especial. Así que yo no podía dormir de la emoción. Verano, Santander, la Porticada, y escuchar a mi ídolo en aquel momento. Un puntazo.

Llevábamos unos minutos sentados en nuestras localidades cuando se empezó a oír un leve murmullo. La tarde se había cubierto de nubes amenazadoras, pero la temperatura era excepcional, y el ambiente en el lugar, perfecto!. Poco a poco, el murmullo fué creciendo, al mismo tiempo que surgía un sonido parecido al de las primeras gotas de lluvia sobre un tejado. ¿Imaginación? No, realidad. En seguida el sonido de la lluvia sobre el tejado provisional que cubría la Plaza Porticada fue insoportable, y empezamos a intuir que era el principio de una gran tormenta. A los 20 minutos, la megafonía anunció la suspensión del concierto por causas mayores, y después de una especie de ‘ohhhhh’, lamento colectivo de decepción, todos comenzamos a abandonar el lugar a toda prisa. Efectivamente, esa noche cayó sobre Santander tal cantidad de agua que se inundaron varias d e las calles principales.Algo así como 'la madre de todas las tormentas', sin exagerar. Llegamos hasta nuestro coche empapados hasta los huesos, y lo encontramos semiinundado por un torrente de agua. Afortunadamente, el robusto Renault 12 funcionó y volvimos a casa. Recuerdo las sandalias blancas veraniegas que llevaba prácticamente deshechas por el agua, la ropa empapada, el triste camino de regreso sin haber podido escuchar una sola nota de su guitarra, ni haberle visto ( añado que además me parecía el hombre más guapo del mundo). Fue una gran desilusión, que, a pesar de los años que han transcurrido, no olvido.


En fin, este torrente de confidencias y recuerdos personales se ha desbordado por culpa de esta foto...y mi memoria selectiva.
Que no se repita.
Lo de la lluvia.
:)

Os dejo con ' mi' Paco, el de aquella época...




Gracias, Lourdes

Gracias, Lourdes
Un abril encantado

Gracias, Marino

Gracias, Marino
http://marinobaler.blogspot.com/

Gracias, Ulysses

Gracias, Ulysses
http://franciscomendez.blogspot.com/

Gracias, Luis

Gracias, Luis
http://asfoso.blogspot.com/

Gracias, Bombis y Borombis

Gracias,  Bombis y Borombis
http://bombisyborombis.blogspot.com/