Ha decidido traerme de vuelta por uno de los canales prohibidos. Y durante el trayecto me ha hablado de su vida, transcurrida hasta los 13 años en una de las islas del humedal, con el único acceso a su pequeña casa a través del agua, siempre del agua. Mientras desgrana recuerdos sobre la dureza de aquella infancia llena de sacrificios, hunde de vez en cuando la percha en el agua, y me muestra la marca que señala la profundidad: no llega a cincuenta centímetros en algunas zonas. Ahora vive de nuevo muy cerca de ella, y su pasión por el lugar donde nació me hace pensar , una vez más, en la unión del hombre con la naturaleza, tan perdida, tan abandonada.
Ha sido una suerte encontrarle justo antes del atardecer y que vayamos sólo los dos en la barca. Reconoce que habla mucho, porque dice que tiene muchas cosas que contar, y en mí ha encontrado escucha atenta a cada palabra y a cada recuerdo. Por eso se ha salido del camino.
Le llaman 'el barquero', así le conocen todos aquí , y hoy he me ha mostrado el lugar que, en sus propias palabras, le da la vida. La Albufera.
6 comentarios:
... como nosotros te leemos y admiramos tus imágenes, tus reflexiones a resultas de sus inteligentes palabras, en silencio y casi no acertamos a decir nada más, cuando la lectura concluye. Es un momento casi hechizante. Un beso enorme.
Una bonita imagen de una bonita tierra, acompañando a una bonita historia.
Besos.
me encanta verte tan llena, rebosante de vida, un besote
Algo muy bonito, algo pequenito, algo muy bonito...........
Me encanta que te estes disfrutando un poquito de mi tierra... y la des a conocer al mundo... jejeje... Si cada paseo en la Albufera es un mundo a descubrir... que preciosa es... ains... ;)
Un saludo.
Hola : te escribo dese España, maravillosa tierra, tus fotos y comentarios, me hacen sentir en esos lugares.
Pd: Estoy con Pegasa que me ha animado a venir
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