Hace unos días me acerqué hasta un lugar que quería conocer expresamente, el IVAM de Valencia, y aunque no pude ver lo que esperaba, aproveché para dar una vuelta rápida por la exposiciones de estos días. Una de ellas estaba dedicada a Ramón Gaya. Previamente, había leído algo sobre él que atrajo mi interés: se consideraba a sí mismo un pintor desarraigado y nunca siguió los dictados de la moda.
Me llamó especialmente la atención un manuscrito suyo colocado entre las dos salas de la exposición. Es una manera de escuchar, no pictóricamente, la voz del artista, su pensamiento, o una reflexión puntual. Al menos a mí, me ayuda a acercarme un poquito más.
Pedí permiso para fotografiar el texto, que dejo aquí.
Mano vacante
La mano del pintor, su mano viva,
no puede ser ligera o minuciosa,
apresar, perseguir, ni puede, ociosa,
dibujar sin razón, ni ser activa,
ni sabia, ni brutal, ni pensativa,
ni artesana, ni loca, ni ambiciosa,
ni puede ser sutil ni artificiosa;
la mano del pintor -la decisiva-
ha de ser una mano que se abstiene,
no muda ni neutral, ni acobardada,
una mano vacante, de testigo,
intensa, temblorosa, que se aviene
a quedar extendida , entrecerrada :
una mano desnuda, de mendigo.
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1948 - IXº Homenaje a Velázquez
Gouache sobre papel - 46x60
Col. Particular
Gouache sobre papel - 46x60
Col. Particular
2 comentarios:
Te enviamos un cálido abrazo de verano...
Nos vamos de vacaciones, pero volveremos..., el que avisa no es traidor.
Por cierto la entrada de Gaya, magnífica, sobre todo por traer el texto de nuestro paisano
Besos
Bella entrada. Magnífco mi paisano.
Nos veremos pronto Te llamo. Un beso
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