Pamplona. Navidad 2008
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Pamplona. Navidad 2008
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Ahí estamos todos los que somos, y también los que fueron, que de alguna manera siguen con nosotros. A todos, igual que a mí misma, deseo lo mismo: salud , paz y amor. El resto tendremos que seguir luchándolo día a día, pero será más fácil si recordamos que aunque a veces lo parezca, no estamos solos.
Feliz Navidad, para todos, de corazón.
Esta es la primera imagen que ví: su cabeza inclinada y un fondo increíble lleno de recortes de prensa de ciclismo, de este año…y del siglo pasado. Yo le ví, y él me vió, claro, esa era su ventana-atalaya de observación de una calle importante del pueblo. Y estábamos en pleno verano : calorcito, ventanas abiertas, y ganas de charla.
Sólo hicieron falta diez minutos, y me contó varias cosas : entre otras, que era una pena que no hubiera coincidido con los amigos parroquianos que van a visitarle todas las mañanas a su taller. Me enseñó las banquetas vacías : “una pena, seguro que le hubiera gustado la cháchara que montamos aquí…”. También me habló de lo feliz y afortunado que se sentía. Ese era el trabajo de su vida, y decía no necesitar más. “¿Jubilarme? ¿Para qué? Si esto es mi vida: aquí nunca me aburro, tengo los amigos que vienen todos los días, y me entero de todo, con esta ventana. Aquí se “guipa” todo”. “Hágame fotos, claro, ¡ cómo no! Si hasta personas de los Estados Unidos me las han hecho alguna vez…Si es que no quedamos más que dos compañeros : otro en la capital, y yo”.
Lo cierto es que no dejó de aporrear las tapas de los zapatos mientras charlaba conmigo, sin prisa pero sin pausa, bien concentrado en su afán. Es cierto que si uno encuentra su “lugar”, o ama su oficio, sea el que sea, y es consciente de ello, puede sentirse feliz: con más o con menos. Y lo contrario, puede ser una auténtica tortura. Pero ese no parecía ser su caso: insistió en que era un hombre feliz. Y aquí lo dejo. Es una simple historia del verano pasado…
Esta es la última imagen que tomé antes de sucumbir al poder cautivador del virus “replicante” de la gripe. Ese domingo fue así, oscuro y muy frío, y ha sido preludio de todos los días que han venido después, prácticamente iguales.. Todo el mundo comenta lo frío que está siendo este otoño ; ni siquiera hemos cruzado la fecha mágica que nos lleva hasta el invierno oficial y ya ha habido varias nevadas importantes. A mí , personalmente, me está resultando también…extraño.
Afortunadamente, no recordaba tantos días de aislamiento en cama desde hace muchísimo tiempo, y ahora siento esa leve ensoñación que uno tiene después, cuando no ha formado parte de los acontecimientos rutinarios del día a día. Pero eso no ha impedido que haya seguido las noticias de todo lo que sigue pasando, y parece que no tiene fin el teatro tragicómico al que todos estamos asistiendo, queramos o no : antiguos vigilantes de la playa que se convierten en estafadores mundiales , terribles contrastes entre las imágenes que nos llegan desde uno y otro lado del planeta, etc etc etc. Y el mundo gira, y gira…y la blogosfera también.
No queda más remedio : habrá que seguir poniendo cada uno nuestro granito de arena para que este mundo no resulte tan ingrato. Una foto en un blog, un poco de calor, una palabra de ánimo, una canción, lo que sea, pero que salga del corazón. Y siempre, con música, por favor…Canturreo hoy “I’m all right “ con
Venía esta mañana escuchando la radio mientras conducía , justo en el momento en el que se desarrollaba una minitertulia en una emisora hablando de medio ambiente y naturaleza. Aprovechando la oportunidad de celebrarse hoy el día de
Otro de ellos le daba la razón, y añadía que su idea pasaba precisamente por todo lo contrario, por tender hacia una ley no ya española, sino europea. ” El ave que está ahora en Doñana, por ejemplo, luego volará hacia otros países : ¿ qué sentido tiene una ley que la proteja aquí, pero que permita apresarla según el cielo que surque? “, decía. “No hay aves leonesas, o cántabras, o andaluzas. Es una locura no tener una perspectiva más amplia, más completa”.
Por último, ha intervenido otra persona, a la que han preguntado también sobre la marcha de su último libro, el que está escribiendo sobre Félix Rodríguez de
( Imagen del arenal del Puntal, en la bahía de Santander. Creo que son correlimos , pero si alguien me lo puede confirmar, mejor que mejor ).
Tengo una pregunta intermitente : cada vez que veo un peregrino del Camino de Santiago – eso es relativamente frecuente, vivo en un lugar de su recorrido francés- me surgen interrogantes sobre los motivos personales de esa peregrinación. Supongo que no soy la única que se lo pregunta : los peregrinos, normalmente, lucen su condición ostensiblemente y , de esa manera, cualquiera está avisado de que esa persona está realizando un viaje especial, un viaje muy personal. No sucede lo mismo cuando uno viaja, quizás realizando un camino similar, pero sin la concha o vieira delatora : entonces es más íntimo, y no da pie a despertar la curiosidad. Uno realiza el viaje…pero camuflado. Me identifico más con esto último.
No soy quién para hablar de su interesante historia : hay multitud de libros y especialistas, y yo solamente atravieso de vez en cuando alguno de sus hitos. Pero es cierto que me atrae, y en algún momento me gustaría visitar alguno de sus lugares importantes, unidos al románico, eso sí, me encanta. Y tampoco soy quién para opinar sobre las razones que puedan tener algunos de los actuales peregrinos. Cada cual es libre, y busca el suyo como mejor le parece, o sabe, o puede.
De vez en cuando dejaré aquí alguna imagen reciente relacionada con el Camino de Santiago, con ese único punto de unión y esa etiqueta. Probablemente no comente la mayoría de ellas, para que sólo sea eso, una imagen en un punto del Camino.
No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.
Poema a un gato
J.L Borges
Estoy convencida: los perros también tienen sentimientos. “Ponen caras”, lloran, saltan como locos de contentos , y se deprimen. No soy dueña de perro, pero disfruto alguno que me toca de cerca. Uno de ellos, Alarih ( no es ésta), tuvo un grave accidente hace unos meses que estuvo a punto de costarle la vida. Recuerdo perfectamente la cara de sufrimiento del pobre animal en el tiempo que duró su recuperación, y cómo se dejaba acariciar al tiempo que gemía con suavidad cuando le hablábamos para que nos sintiera cerca. Hoy he visto alguna foto de esos momentos y no me queda ninguna duda: su expresión era la misma de cualquier persona que pasa por un trance parecido, con los ojos hinchados de llorar, y la tristeza y el dolor reflejado en sus pupilas.
Pero me da más rabia cuando no hay accidente, sino que es la acción de otro animal - el hombre- el que le pone en circunstancias parecidas. Cada vez que veo esta imagen se me va la mirada hacia la cadena. Este precioso perro de caza estaba triste, solo, en un lugar en el que no suponía ningún peligro para nadie, pero estaba encadenado. Las siguientes fotografías que tomé, cuando salió de su caseta y se dejaba acariciar son toda una demostración de la soledad del animal, y de su sumisión. Cadenas, tristeza, y sumisión. Triste combinación. Y eso que es un perro, pensará alguien….
¿ Conclusiones? Las que cada uno quiera.