Hoy es el último día de septiembre, un mes que ha sido intenso para mí, y que cierro con una jornada extenuante. Supongo que las jornadas de los peregrinos deben parecerse algo a lo que estoy viviendo: cada día es muy diferente al anterior, y a veces la exigencia del Camino pone a prueba las fuerzas, la resistencia, la capacidad de ver más allá del suelo que uno pisa, del paisaje, de los compañeros de ruta, del viento...de tantas cosas...
En mi caso, a pesar del cansancio extremo de hoy, estoy muy contenta. Me gustan los retos, me gustan las nuevas experiencias que van surgiendo cuando una camina, me gusta descubrir que soy capaz de mantener la ilusión de ir un poquito más lejos, a pesar de los obstáculos, y, algunas veces, conseguirlo.
Cierro este mes en Onlymary. Cierro también una larga etapa irregular, con pocas entradas, con poco tiempo y concentración. Con pocas visitas a mis queridos amigos blogueros. Con demasiadas tareas entre manos que me han dispersado y alejado de este lugar de encuentros tan agradables para mí, que es la red. Espero ir retomando ritmo, y abriendo nueva etapa, también, en este blog.
I don't wanna follow
Death and all his friends