Hoy, por azar, me he tropezado
con una versión de mi admirada pianista Heléne Grimaud de la Chacona en Re menor para violín , de J.S Bach, obra maestra y una de mis favoritas de todos los tiempos. La profundidad del lamento de Bach después de la pérdida de su esposa
merecen mucho más , desde mi punto de vista, que la versión de la
magnífica pianista. Horrorizada después de los primeros minutos de escucha, he intentado
consolarme con otras versiones, de otros grandes músicos, como ella.
Pero Itzhak Pearlman, o Yehudi Menuhin, en grabaciones históricas, no me satisfacían hoy.
Y , como consuelo final, he buscado la de Andrés Segovia, que ha
conseguido devolverme la paz y hacerme recordar mi profunda admiración
por su maestría y genialidad.
Cuando era estudiante de guitarra, y
escuchaba una y mil veces las maravillosas versiones de Andrés Segovia
de obras maestras , y suyas propias, no imaginé que un día podría 'ver'
una clase magistral suya, corrigiendo y explicando a los afortunados
alumnos los entresijos de su interpretación. Muchos
años más tarde, ya en la 'era internet', descubrí emocionada cómo ,
poco a poco, la red iba ofreciendo retazos de vídeos en los que se le
podía ver y escuchar. Se podían ver sus manos, la inclinación del
ataque a las cuerdas, y, el exclusivo y personal sonido de su guitarra,
en sus manos.
Aquellos primeros descubrimientos fueron emocionantes, y pasé horas
indagando y buscando testimonios como el que dejo hoy aquí. Aunque hoy
existen importantes y reconocidos guitarristas clásicos en todo el
mundo, desde mi punto de vista, Andrés Segovia ha sido el mejor
guitarrista d e todos los tiempos. Fue único, irrepetible. Primer
transcriptor de grandes obras de J.S Bach para la guitarra; dedicatario
de gran parte de las grandes obras contemporáneas para guitarra de los
mejores compositores del siglo XX. Creador de un sonido personal,
inimitable, y transmisor de una técnica que revolucionó el mundo de la
guitarra clásica, tan empobrecida y limitada hasta su llegada. Gracias a
él, la guitarra se transformó en un instrumento solista con categoría
y voz propia, y digno de ser tenido en cuenta, con todo merecimiento,
en las salas de concierto de todo el mundo. Gracias a él, nacieron
también las primeras cátedras de guitarra clásica en los conservatorios de todo el mundo,
así como la difusión de las grandes transcripciones que realizó para la
guitarra de las obras de J.S.Bach. Entre ellas, y como joya única y
especial, la Chacona en Re menor.
Dejo aquí una muestra de una clase magistral suya, en la que, a pesar
de la parquedad de sus explicaciones y algún que otro despiste ( llama a
su alumna: Miss Chacona..), no hay duda de que
él es,...Andrés Segovia.