Hasta mañana

Esta mañana he abierto los ojos mucho tiempo antes de que sonara el despertador. No sé la razón de ello, pero ha sido el primer paso a un día extrañamente calmo, frío en la madrugada, y agobiantemente caluroso y húmedo en su final, y lleno de noticias tristes para muchas personas.. El día siguiente a la tragedia que hemos vivido ayer en Madrid ha transcurrido entre dolores compartidos, lejanía, silencios y tristeza en los testimonios.

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Muy cerca de mí, una escritora de un blog me respondía así a un comentario que yo le había dejado en relación a su reciente pérdida de un ser muy querido :

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"Ha pasado una semana y no he sido consciente del tiempo. Me duermo llorando y me despierto llorando. A primera hora de la mañana he hablado con mi única hermana. Estaba viendo las portadas de los periódicos navarros de hoy. A la tragedia del avión se sumaban otras tragedias locales. ¡Tanta gente sufre! No queda otra que tragar este brebaje amargo y seguir."

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Nunca hay consuelo, y nunca se llenan los vacíos, pero también es verdad que el mismo dolor te hace fuerte, y todos vamos aprendiendo esa lección. Ojalá que los que ahora sufren tanto encuentren la manera de volver a sonreír, aunque al principio sea tristemente, aunque les inunden las lágrimas, aunque sientan que no pueden siquiera respirar. Ojalá que la encuentren pronto.

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Mañana será otro día,

y habrá otra oportunidad.

Hasta mañana

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