Una musa

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Cuando era una adolescente, una amiga me comentó un día algo así como: : “ A mí...en realidad...sabes qué me gustaría? Tener muchos amantes...y ser musa. Ser musa de pintores, de músicos, de poetas....”

No sé qué ha sido de su vida, si lo consiguió o no , pero me ha venido a la memoria al presentar esta historia que descubrí hace unos días, sobre Tatiana Nikolaeva, pianista rusa, ya fallecida, de la cual he colocado una pequeña pieza que me encanta en only & música. Esto es lo que leí:

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En el 200 aniversario de la muerte de Bach se organizó en Leipzig un concurso de piano. Dimitri Shostakovich fue uno de los jurados. Las reglas del concurso prescribían que los participantes tocaran, entre otros casos, uno a elección de los 48 preludios y fugas del Clavecín bien temperado de Bach. Y a todos sorprendió una jovencita rusa que dejó al jurado la elección del preludio y fuga, pues podía tocar la colección entera. La esforzada pianista, Tatiana Nikolayeva, ganó, desde luego, el concurso. Y ganó algo más valioso: despertar el interés de Shostakovich en ella y en el Clavecín bien temperado. A su regreso de Leipzig a Moscú, escribe Tatiana, Shostakovich empezó de inmediato a componer preludios y fugas. "Yo le hablaba por teléfono, a petición suya, todos los días , y él me pedía que fuera a su casa a oírlo tocar la pieza que acababa de componer.''

Así nacieron los 24 preludios y fugas, opus 87, de Shostakovich. Fueron escritos en un tiempo asombrosamente corto: entre octubre de 1950 y marzo de 1951, y fue comentándolos minuciosamente uno a uno con su inspiradora e intérprete. Así pues, el maravilloso ciclo le pertenece a ella. Y ella lo grabó: son dos discos compactos de la marca Hyperion, se consiguen en cualquier tienda de discos y son fuente de intenso y reiterado placer. Estos preludios y fugas, vuelve a decir Tatiana, "pueden y deben compararse con el ciclo compuesto por Bach. Son una nueva palabra en polifonía. La amplitud de imágenes y caracterizaciones es enorme: de la tragedia al humor, de lo alegre a lo grotesco''.

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No sé cómo calificar la relación que tuvieron; aunque lo investigara y lo estudiara, aunque fuera una experta musicóloga, aunque leyera ( como he hecho) sus propias palabras hablando de ello, no me atrevería a opinar. Lo único seguro es que ella fué musa de él, hasta el final de su vida. Y este Preludio y Fuga es, seguramente, sólo un pequeño ejemplo de una historia especial ...

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