De castañas y chocolate

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De vez en cuando me gusta hacer "bitácora pura y dura", es decir, compartir aquí algo que haya sucedido en el mismo día, y que pueda agradar a quien lo vea. Pienso que , de la misma forma que yo disfruto leyendo los momentos especiales que dejan reflejados los demás blogueros, puede resultar agradable acercarse a cosas sencillas como la última luz de un atardecer de otoño, en el campo. Habitualmente estamos sumergidos en las obligaciones del día a día, salpicadas de asuntos que requieren nuestra atención , que muchas veces no nos permiten poder mirar más allá de nuestras tareas. Es por eso que intento dejar aquí, en lo posible, algún reflejo de lo que también existe...aunque a veces parezca escondido, o inexistente. Esa es siempre mi intención.

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Hoy ha sido un día especialmente luminoso y cálido. Hace varios días estuvo soplando el viento norte con fuerza, y la famosa sensación térmica que produce nos hacía sentirnos cercanos a los cero grados. Además, ya ha habido heladas de madrugada, y anuncian nieve para mediados de la semana que viene. Así que el día de hoy ha sido excepcional, y más aún la luz del atardecer en el campo. En la zona en la que me encontraba esta tarde ya están preparados para el frío que vendrá. Todas las casas tenían ya los tacos de leña apilada en el exterior, y preparaban más. La ausencia de viento y la preciosa luz dorada dejaban admirar los contrastes de color en las hojas de los castaños y de los robles . En pocos días se podrán recoger ya todas las castañas, y será el momento de prepararlas asadas, y acompañarlas con un buen chocolate a la taza...¿ Alguien gusta?

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