martes, 16 de junio de 2009
Tallada en Bohemia
Hay lugares que han quedado grabados a fuego en mi memoria a pesar de la lejanía en el tiempo , y uno de ellos es Praga. Hice una visita relámpago desde Viena, donde me encontraba pasando unos días, hace mucho tiempo ya. Días antes, previendo la posibilidad de conocerla, había terminado de leer la nostálgica obra de Teresa Pamiés “Testament a Praga “, en la que la escritora rememora parte de su vida allí y de sus recuerdos asociados a la bellísima ciudad. Retuve especialmente uno de los momentos que narraba, en el que hacía referencia a un poema sinfónico de un compositor checo, llamado “Atardecer”, que ella escuchaba con nostalgia y elegía como imagen de la ciudad y de su vida en ella. La curiosidad me hizo buscar la grabación ( en vinilo ) aquí, en mi ciudad, pero no tuve suerte, y lo olvidé.
Sin embargo, algunas veces la fortuna se pone de nuestra parte, y parece que todo se confabula a nuestro favor. Un cúmulo de casualidades hizo que, el mismo día de mi llegada a Praga, conociera a una persona que me acompañó, esa misma tarde, a escuchar un concierto de la Orquesta Filarmónica Checa en la ciudad. Aún conservo el ticket de entrada, no así el programa, pero jamás lo olvidaré : la segunda parte incluía , precisamente, “At twilight” ( Al atardecer), poema sinfónico para orquesta, op. 39 de Zdenek Fibich. Al día siguiente pude comprar la grabación , en vinilo, de la mítica casa Supraphon.
Praga, ‘Testament a Praga’ y ‘Al atardecer’, son sólo tres caras de una piedra preciosa tallada en Bohemia, y aquí dejo una de ellas.
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5 comentarios:
Praga tambien es una de las ciudades que me dejo un grato recuerdo de mi estancia alli,no pude escuchar ningun concirto ,pero no olvidre el teatro negro, que me impacto.
Preciosa musica nos has traido
¡Qué historia tan hermosa!
Un beso.
Precioso.
Y perfecto para este momento.
Nyiabonga kakulu.
la música se respira en sus calles. ¿verdad? besitos, bueno... mejor nos marcamos un baile
Praga...lugar que tiene su encanto y está llena de historia y resistencia; en un pueblo cercano, los patriotas checos mataron a un alto jerarca nazi y, un cuarto de siglo después, la breve Primavera trajo fulgor a un pueblo ávido de libertades.
Qué más justo, cuando volvió la Democracia, que un poeta como Vaclav Havel asumiera la Primera Magistratura y sincerase los sentimientos distintos de checos y eslovacos.
Dichosas las casualidades que te trajeron a esa pieza de Fibich...alguna vez te contaré que me pasó algo similar (a escala) con una composición de Strauss.
Saludos afectuosos, de corazón.
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