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Cacountala (1905) .Camille Claudel
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Pero estaba equivocada.
En la etiqueta de la dirección figuraba la de la calle Paz, donde vivieron durante los años 40.
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Después, poco a poco, fui descubriendo las pequeñas historias de esta rama de mi familia.
Comprobé que fue su hija, Berta, enamorada de un suizo, la que iba añadiendo las pegatinas en sus viajes a Suiza. .
Estamos cruzando el invierno. Las temperaturas son bajas estos días y anochece muy temprano…así que éste puede ser un buen momento para agazaparse en un buen sofá , y releer un buen libro. . Uno de mis favoritos es “Clea”, perfecto broche final de una joya de la literatura :
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