martes, 28 de junio de 2011
Las ardillas también son para el verano
En los pequeños auriculares que llevo puestos suena Matt Monro ; están hablando en un programa radiofónico de los veranos de nuestra infancia, y yo rememoro los míos mientras dejo secar mi cuerpo tendido al sol, después del baño. En el mismo lugar en el que me encuentro pasé muchos de aquellos días , entre juegos, agua, cursillos obligatorios de natación que nuestro estricto padre planificaba para organizar nuestro tiempo libre, y sol, mucho sol. En una ciudad como ésta, de interior, las sociedades deportivas con piscinas son la salvación ante un verano cálido, lejos del mar, y, muchos años después, estoy disfrutando de nuevo el lugar. Sonrío mientras escucho los comentarios de los contertulios, con anécdotas de nuestras costumbres en los veranos de los años 60, música, y personajes ya olvidados. Mientras , observo cada detalle de las instalaciones en las que descanso al sol: las piscinas relucen azules y su agua cristalina , los pocos socios que las disfrutamos en la mañana temprana estamos dispersos, y los árboles, muchos y de gran porte, y las extensas zonas de pradera están perfectamente cuidados y renovados, mejorando con mucho el recuerdo que yo conservaba. Estoy encantada: resultará bastante más llevadero un verano tórrido como el que anuncian si puedo alternar chapuzones y trabajo.
Pero lo que no hubiera imaginado es que, al hilo de las mejoras que he observado, faltaba la mejor, la más sorprendente, la que no habrán podido ver muchos de los socios, cuando son multitud , todos a la misma hora y abarrotan las instalaciones. Y la mejor es: tenemos ardillas!!, que corretean en la pradera, suben a los árboles, y se esconden ( no sé dónde, voy a ser sincera). Nunca hubiera imaginado tener a menos de dos metros de mí a una preciosa ardilla, mirándome un segundo, y haciendo mil cabriolas delante de mi vista. Luego jugó un poco más , correteó investigando varios árboles, y finalmente, desapareció.
Matt terminaba de cantar 'No puedo quitar mis ojos de tí' , la ardilla había hecho su aparición espectacular, y yo me sentí por unos minutos feliz. Ya estamos en verano.
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6 comentarios:
Una vez más, MriLuz, nos une la música. Tú me has puesto los pelos de punto, y acelerado el ritmo de los latidos de mi corazón, al colgar esta deliciosa canción, que también me trae recuerdos... deliciosos.
"Te quiero mucho, con toda intensidad, te necesito...", tarareo.
¡Gracias! ¡Qué buena música, qué maravillosos recuerdos...! ¡Buena suerte... amiga...!
jejeje...me alegro! Yo tarareo lo mismo que tú, y luego, cuando viene el swing, 'paara, paaara, paara pa pa pa paaara' :) también!!...chasqueo de dedos incluído.. : )
Qué buenos recuerdos, qué fácil parece todo en la infancia, cuánto soñamos y con qué ilusión!
Y qué buen momento leerte y saber que compartimos cosas como ésta..
Un abrazo ,sigamos tarareando :)
Tu último párrafo, lo tengo debajo de una foto con mi hermano... El swing...¡cómo me gusta!
ay,no se que comentarte, solo disfruta, un beso grande
Cuando se siente mirándote, coge un poco de tierra y tíralo hacia arriba y un poco hacia ella, y poco a poco verás como se acerca curiosa. Si estás fumando, echa un poco de humo con cuidado frente a ella. ;o)
Disfruta. Besos.
Jesús.
Tengo que decir que esta canción me encanta en sus múltiples versiones (recuérdame mostrarte una de Angel Parra Trío) por ser la melodía símbolo de mi noviazgo.
No tengo muchos recuerdos acerca de mis veranos de infancia...o bien los pasábamos en casas de familiares en el Sur o íbamos unos días a la playa donde lo pasaba bien aunque nunca me acomodó el ambiente festivo del litoral.
Hace años que no veo el mar...debe ser que le tengo reverencial respeto o preferiría disfrutarlo en Invierno, con el frío y un ambiente más poético, por llamarlo así.
Saludos afectuosos, de corazón.
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