En días diáfanos como éste esta tierra recuerda con voz fuerte su denominación antigua: La Montaña. Si se observa la imagen con calma y paciencia se pueden distinguir, al fondo, en la parte derecha de la imagen, los Picos de Europa. A la izquierda, al fondo, se esconden los valles de Liébana, Saja, Cabuérniga. También el Pico Tres Mares, Peña Labra...tantos y tantos nombres y lugares que me evocan imborrables recuerdos unidos a mis raíces.
En primer término, casi inapreciable entre el contorno de las dunas, una antigua torre ballenera semiderruída, y, justo al pie de una palmera, una sombrilla me indica el lugar donde me tumbaré de nuevo al sol después del baño, de los baños en este mar cantábrico, lleno de fuerza y bravura.
No se pueden desaprovechar los últimos rayos de sol en este largo y cálido verano..