En días diáfanos como éste esta tierra recuerda con voz fuerte su denominación antigua: La Montaña. Si se observa la imagen con calma y paciencia se pueden distinguir, al fondo, en la parte derecha de la imagen, los Picos de Europa. A la izquierda, al fondo, se esconden los valles de Liébana, Saja, Cabuérniga. También el Pico Tres Mares, Peña Labra...tantos y tantos nombres y lugares que me evocan imborrables recuerdos unidos a mis raíces.
En primer término, casi inapreciable entre el contorno de las dunas, una antigua torre ballenera semiderruída, y, justo al pie de una palmera, una sombrilla me indica el lugar donde me tumbaré de nuevo al sol después del baño, de los baños en este mar cantábrico, lleno de fuerza y bravura.
No se pueden desaprovechar los últimos rayos de sol en este largo y cálido verano..
4 comentarios:
ay, ay, ay, qué suerte, que a mi ya hace rato que se me terminó el verano.
Me alegra saber que andas por aquella hermosa tierra. Yo estuve el fin de semana anterior y no tuve la suerte que tú con el tiempo. Disfrútalo y coge fuerzas para el largo otoño e invierno que nos espera en esata nuestra Pamplona.
¿Todavía está apetecible el agua? Menudo contraste de título-foto.
Disfruta mucho esos días otoñales cálidos que por lo que sé estáis disfrutando.
Besos.
Jesús.
tenemos cuentas pendientes, no solo es mar y agua, ehhhhhh?. Mua
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