Esta tarde he asistido al último concierto de la temporada musical. Antes, y a escasos metros del auditorio, he visitado rápidamente una exposición recién inaugurada en la Sala de Armas de la Ciudadela, antigua fortificación militar que hoy disfrutamos como lugar de esparcimiento y paseo en el centro de la ciudad. La tarde estaba preciosa, soleada , primaveral y llena de los colores verdes intensos tan especiales en esta habitualmente gris ciudad.
La exposición está organizada por la Fundación Tomás Caballero, concejal pamplonés asesinado por ETA hace ahora 10 años, en mayo. Es pequeña, humilde, y sólo pretende recoger testimonios fotográficos de los asesinatos acaecidos en Navarra. Es evidente que la limitación no pretende “ separar asesinados” de uno u otro lugar. Desgraciadamente, todos son iguales. Sólo es un recordatorio más. Uno más.
Recojo parte de las palabras de la Fundación impresas en el tríptico que acompaña la exposición:
“Todos podemos dar un sentido a la muerte de tantas personas si logramos mantener vivo su recuerdo y si lo convertimos en un estímulo, si asumimos que tenemos contraída una deuda con los que murieron, si sentimos en primera persona la responsabilidad de la Historia. Las tumbas de los asesinados deber recordarnos siempre por dónde discurre la frontera de la democracia. Gracias a ellos- gracias también a estas fotografías- podemos saber en todo momento cuál es nuestro territorio y cuál es el patrimonio que deberíamos compartir con quienes aman la paz y la libertad. Salirmos de esos límites, traspasar la línea que forman los nombres de los muertos, sería traicionar su memoria y dar una parte de la razón a quienes los mataron.”
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Hoy me ha parecido oportuno hacer esta entrada. Nunca hubiera pensado que lo haría, en ningún momento lo imaginé al comenzar este blog. Pero es que hay días…en los que hay que tratar de no olvidar. Me parece que hoy es uno de ellos. Cuando he entrado al auditorio, me he cruzado con el público que salía de otra de las salas después de escuchar a Ferrá Adriá. En pocos metros, conviven el sol de una preciosa tarde de primavera, música sinfónica, gurús de la cocina…y muertos por ETA.
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(Click en las fotos para ampliar)
6 comentarios:
Mereció la pena el post. Mucho mejor que su ausencia. Felicidades.
¡Qué difíciles son esas exposiciones de fotografría! Claro, las necesitamos porque es parte de nuestra realidad pero igual, hay que dar todo un paso para mirar las cosas muy de frente.
Y esa reunión de lo lúdico, lo serio, lo trágico... Así es nuestro mundo.
Un abrazo
El tema del terrorismo es tan absurdo, como violento como anacrónico. ¿Cómo puede estar pasándonos esto en 2008!?
Saludos,
JP
Historias de JP
Gracias Sallo. Un beso.
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Raquel, así es, este es nuestro mundo. Y ese gran paso al frente lo dan muchos, afortunadamente, y aunque a veces no lo parezca...
Un gran abrazo
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JP;
sucede, y no sólo aquí, claro.
Por eso hay que recordar...creo yo, y no callar.
Un abrazo
Gracias Mari Luz, todo forma parte de nuestra historia... y es lo que nos ha tocado vivir... Recibe un fuerte abrazo.Angela
Por desgracia, llego a esta entrada en un momento muy triste, justo después de que haya habido otro atentado y de que haya fallecido una persona.
Somos más iguales que nunca,y aun así hay quien todavía quiere separarse y distinguirse.
Un abrazo.
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