Miguel

Viernes noche: recibo llamada de mi sobrino . Me recuerda que el domingo se va a ir a disfrutar la “Semana Blanca” con su instituto), y quiere “despedirse” del pueblo donde vive otro de mis hermanos ( al que visitamos con frecuencia), porque va a estar una semana entera fuera…Quiere saber si podemos ir el sábado. Ante semejante petición la respuesta no ofrece duda : Sí, claro!!

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Es su sentido del tiempo , con sus 14 años, y lo que disfruta en aquel lugar, lo primero y más importante para mí. Esa necesidad de despedirse por estar fuera 5, (cinco, sí, ) días…llega al alma. Que conste que no hacemos nada especial cuando estamos allá. Simplemente… estamos ; casi nunca hay plan previo. Lo que es seguro es que estamos, disfrutamos con la perra, Alarih, con algún paseo por los caminos, viendo las vacas, ovejas y caballos , haciendo fotos ( él es inseparable de su cámara y su trípode), y , a veces, terminamos la tarde con un Cola-Cao y magdalenas, o bocata de chorizo, o lo que sea…

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Ha habido días de todos los colores: unos en los que nos moríamos de risa porque no para de contar chistes o de hacer el mono, otros en los que me obliga a ir cantando haciendo dúos improvisados aunque le diga que ¡¡ ya está bien !! ; otros en los que vamos hablando de todo, de la naturaleza, de la vida, del insti, de cómo se hace un blog, de hipotéticos planes para viajar él y yo en un coche, como dos hippies, de sus profesores, de la última prueba que ha hecho en atletismo, de cómo le va el clarinete, de algún profe que fue compañero mío, de…….todo.

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El único momento en el que no solemos hablar es durante la segunda mitad de la vuelta a la ciudad, en mi coche. En ese momento se recoge sobre sí mismo ; a veces, si está cansado, cierra los ojos y se adormece, y escucha la música que llevamos, sea la que sea. Pero no quiere decir que se “ausente”. Yo creo que está “traduciendo”y “recogiendo”…la tarde.

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Sé lo que está viviendo, no sólo porque lo veo, sino porque me lo cuenta, de una u otra forma. En Navidad, por ejemplo , redactó una pseudo-carta a los Reyes Magos ( carta dirigida a sus padres , abierta, claro, con 14 “tacos” y totalmente consciente ) en la que no hacía peticiones. Sobre todo, agradecía, pero incluía estos momentos como de los más felices de su vida. Y eso que su vida es feliz y completa, día a día ¡

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Otras veces me lo dice directamente,( es que además es cariñoso y expresivo ), y yo qué siento? Me muero de gusto, directamente. Para que luego digan que no tengo suerte… ( con mayúsculas debería haber escrito la palabra “suerte”).

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Ayer hicimos también fotos, y pongo algunas porque la tarde estuvo preciosa. Las del cementerio son sobre todo, para Alemamá, que hizo el otro día una entrada sobre el tema. Este de las fotos no tiene ninguna vinculación conmigo; es simplemente el que me suelo encontrar en los paseos. Pero es sencillo, humilde, de pueblo, tiene un almendro en plena floración, y me gusta. **********************************************************************************

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Así estaba el 24 de marzo.

Así ayer.